En las últimas semanas, la viruela símica, conocida también como mpox, volvió a ser motivo de preocupación a nivel global. La aparición de un nueva variante del virus en la República Democrática del Congo y su rápida propagación en países vecinos llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar esta enfermedad como una Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional (ESPII).
En respuesta a esta situación, el Ministerio de Salud de la Nación emitió una Alerta Epidemiológica en Argentina el 16 de agosto, con el objetivo de reforzar las medidas de prevención, vigilancia y respuesta ante esta amenaza.
El aislamiento es la medida principal para controlar la propagación de la viruela del mono. Todos los casos sospechosos deben ser aislados hasta que se obtengan los resultados de laboratorio. En caso de confirmarse el diagnóstico, el aislamiento debe mantenerse hasta que todas las costras de las lesiones cutáneas se hayan caído y haya surgido una nueva capa de piel. Si el aislamiento completo no es posible, se deben implementar medidas para minimizar el riesgo de transmisión, como cubrir las lesiones y usar barbijo quirúrgico.
El seguimiento de los contactos es fundamental para prevenir nuevos casos.